¡Hola amig@s! ¿Qué tal las vacaciones? ¿Qué tal la vuelta al cole? Yo ya he cargado pilas para una temporada y vuelvo con muchas ganas de afrontar nuevos proyectos, ¡las propuestas proliferan por doquier!!! Ya veremos hasta dónde llego y en que acaba todo, inspiración e ilusiones he traído a raudales, a ver, a ver…

De momento, retomo una entrada anterior. ¿Recordáis lo que os decía sobre que una marca no se crea en un día y que en casa de herrero cuchillo de palo? Pues bien, creo que una de las cosas más difíciles para un diseñador es crear su propia marca. De verdad, ya sé que parece una contradicción, pero es así, lo quieres hacer tan bien, tan bien, que al final se te echa el tiempo encima, acabas haciendo todo deprisa y corriendo y como la mismísima Escarlata O’Hara te encuentras diciendo “Ya lo pensaré mañana”.

Cuando me pidieron enviar mis platos a Nueva York, pensé que era una buena ocasión para analizar mi marca, reflexionar sobre mi identidad visual y hacer los cambios pertinentes para mejorar y potenciar dicha marca. Un buen nombre sigue siendo una ventaja competitiva sobre todos aquellos que no comprenden el poder de un nombre. Con sinceridad, creo que todavía no he dado con el nombre perfecto, pero las marcas se construyen a través de buenas historias, y como siempre estamos en continua evolución, todo se andará. Tan importante como el nombre es cuidar la identidad visual, crear un diseño eficaz, que genere valor y perdure en el tiempo.

Reconozco que estoy contenta con la imagen visual, creada en colaboración con mi diseñador favorito; refleja mi personalidad y la de mi proyecto. Como se trata de un proyecto personal no he tenido que pasar ninguna criba, así que aprovecho para preguntaros ¿Qué os parece?

Aquí podéis ver el uso de la imagen corporativa en diferentes aplicaciones y soportes: pegatinas, etiquetas y tarjetas de visita…

Bolsas, y lapiceros o la importancia de los objetos promocionales. Todas las empresas, incluidas las pequeñas, deberían tener artículos promocionales ya que éstos se convierten en anuncios andantes, generan cercanía con la marca, la dan a conocer a potenciales clientes y despiertan la curiosidad del público en general.

Packaging y sello de estampación personalizado con la marca Deluna Ceramics. Hay que cuidar todos los detalles para que el cliente tenga una buena impresión cuando recibe uno de mis platos.

Mimar todo el diseño es parte del proceso; el arte de saludar, desde las tarjetas comerciales hasta el rótulo de mi futura tienda. Porque soñar es gratis ¿no?

La imagen que transmitimos a los otros a partir de la construcción de una determinada identidad es fundamental. Mi intención ha sido crear una imagen con personalidad, diferente, única, sugerente y a la vez evocadora y que pone énfasis en lo hecho a mano. Como mis platos.

Estamos en la era de la revalorización de aquello que es humano, en la reivindicación de lo artesano, en la emoción que el propio pulso de la persona transmite. Lo repiten los gurús de las tendencias: lo singular frente a lo seriado. Cada cliente es único y especial, de igual forma, cada una de las piezas de Deluna Ceramics es única, especial y auténtica.

Ahora os toca a vosotr@s, amables lectores, aportar vuestro granito de arena ¿creéis que voy por el buen camino? Mil gracias y que la rentrée os sea leve. 😉

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Hi folks! How about this holidays? I come back satisfied, rested and with the batteries recharged. Each customer is special and unique and, just as each piece of Deluna Ceramics is unique, special and authentic. One are appreciate that in an age of constant innovation, tradition and craft production have some lasting value..