En un lugar indeterminado. Luna viste jersey grueso, una gran bufanda de color negro y botas altas de charol, pinta platos de porcelana, admira a Marre Moerel y a Chris Antemann. Rebusca cerámica antigua en los mercadillos, sueña con llenar los muros con consignas revolucionarias, ahora prefiere el barro a los lienzos en blanco y le apasionan los tipos.
Mientras tanto, su vida transcurre en una eterna contradicción me gusta / no me gusta el arte y va buscando respuestas mientras que a la vez, fragua su propia consciencia social/artística. Y definitivamente le apasionan las tipografías y la cerámica y los créditos de las películas y el cine y la nouvelle vague y el arte radical…